Salamanca

Buenas tardes,
Este fin de semana me marche a Salamanca para desconectar de Madrid.
Visité el museo de Art Decó que por cierto es espectacular y luego también visité una exposición del fotógrafo Vicente Nieto cuyas fotografías son espectaculares.Una colección de fotografías de la Guerra Civil y de la posguerra e nblanco y negro que si tenéis la oportunidad de visitar os la recomiendo.
Pero lo más curioso fue que quizá una de las cosas que más me pudo gustar del viaje fue lo que vi la tarde del sábado.
Sería naproximadamente las 6 de la tarde y la verdad que hacía un tiempo estupendo,no hacía frió si ibas con abrigo por l oque para frioleras como yo es algo que se agradece. Pasamos por la Plaza Mayor y pasamos la Plaza de la libertad llegando hasta el Banco de España, donde había un jóven tocand la guitarra subido a lo alto de las escaleras(serían 5 escalones más o menos)  . En el suelo junto a una bufanda o algo similar había un cartel que ponía «no quiero dinero,sólo sonrisas».
Para mis adentros pense «el típico truco para que le des más dinero, y que seguramente si le hechas una monedilla te lo agradezca con una sonrisa» pues para mi asombro me equivoqué.
Delante nuestro caminaba un señor mayor con una abrigo verde caza de doble botonadura muy elegante con un sombrero a juego del estilo de los zapadores antiguos ( se nota que su vestimenta me llamó la atención jeje) , iba a darle una moneda cuand oe ljóven le dijo «no no sólo sonrisas» y el señor mayor sonrió ensanchando más sus sonrisa con losdedos índices de cada mano.
Comprendí que estaba equivocada y que quizá ese cartel era sincero y que aquel jóven sólo quería sonrisas.
Pasamos delante y por supuesto sonriendo vacilé en si fotografiarle o no. Opté por hacerlo y al regresar sobre mis pasos un niño pequeño de unos 8 años le acercó dinero sin comprender porque aquella persona que tocaba la guitarra le decía que no con la cabeza. Algo asustado el niño dejó el dinero sobre la bufanda y hechó a correr cuand oel jóven guitarrista salió detras para devolverle la moneda la cual acabó en manos de la madre del niño, mientras éste se esncondía en su espalda,pues se había asustado.
Ver ese cpítulo me hizo reir y reir , y también a personas que habían ocntemplado la situación por lo que el guitarrista sonreía y cantaba con mayor fuerza.
Fui acercádonme cada vez más a él para conseguir la foto perfecta, se la tomé ,le sonreí y le dije adios.
Cosas como la del sábado me hacen persistir que para sonreir y ser feliz hace falta muy poco, tan poco como ganas de querer comerte el mundo.
Algún día este chico obtendrá algo muy grande a cambio de hacer sonreir a tantísimas personas.
Animo a cada uno que haga lo que más quiera con alegría e ilusión y que mínimo cada día regaleis una sonrisa a alguien desconocido.
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