«Resacón» de chocolate

No se me ocurre ninguna otra formar de llamar a este post, porque el «resacón» emocional es brutal.
Ayer viernes fui a un voluntariado que organizaba una compañera mía que se llama Flavia, y la acción del voluntariado se llamaba la «CHOCOLATADA», que sinceramente, salió fenomenal.
Este voluntariado lo organizaron Bokatas, una asociación que se encarga de repartir bocatas por distintas zonas de Madrid a todas aquellas personas sin hogar, la Fundación Próximo Próximo y la Fundación Lo que de verdad importa
Nos encargamos de pasar una tarde maravillosa en un espacio que es una maravilla, que seguro que muchas conocéis de mercadillos y Pop ups que organizan allí, 1001 Atmosphera.

Había chocolate con churros & porras, sandwiches de Rodilla, hamburguesas de Peggy Sue, coca-colas, fanta… nada faltaba para pasar una maravillosa tarde con personas que viven en las calles, o en circunstancias muy poco favorecidas.
Conocí muy de cerca la vida de dos personas, con las que te quedas helado cuando te hablan de sus experiencias, y tras escuchar historias que te llegan al alma, y conocer a voluntarios increíbles que conocieron la Fundación LQDVI de maneras muy distintas, llegó la hora que no muchos querían pero que si que es cierto que disfrutaban, la música en directo y el bailoteo.
Muchos bailaron, otros muchos les daba vergüenza pero disfrutaban de la música, la cantaban y hacían el amago de ponerse a bailar pero no se atrevieron, y otros, lo dieron todo en la pista, me incluyo entre ellos (como todas mis compis que no dejaron de dar palmas, marcarse unas sevillanas de infarto y bailar con todo el mundo)
Así que, si tengo «resacón» emocional y de chocolate (que estaba delicioso), pero sobre todo, tengo muchas ganas de volver a hacer de voluntaria, porque señores, qué queréis qué os diga, a veces es necesario poner los pies en la tierra y ayudar al prójimo, para luego tener la oportunidad de valorar todo lo que tenemos y quejarnos menos de lo que queremos y no tenemos, que la gran mayoría de las veces es completamente innecesario.
Con todo lo aprendido y vivido ayer, les deseo un buen finde! y si tienen tiempo para hacer voluntariados, os lo recomiendo al  100%, son experiencias vitales que te dejarán una huella imborrable.
¡feliz cual lombriz con el tsunami de emociones de viví ayer, doy gracias por todo aquello que tengo, y sobre todo impaciente por volver a vivir otro voluntariado de la Fundación Lo que de verdad importa!
¡Sean felices y disfruten del finde!
unbaberoparamama.es

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