Un día cualquiera

Es curioso como somos los seres humanos, ahora el único tema de conversación es el Ébola, yo no me pronuncio mucho al respecto, ya que no se si fue un descuido de la pobre enfermera cuya vida pende de un hilo, o si fue que no estábamos preparados…lo que se es que en África se ha llevado miles de vidas y nadie hablaba de ello hasta que ha llegado a nuestra España querida. De esto hablábamos ayer a la vuelta del Congreso que organizamos en Barcelona ayer con unos ponentes geniales. Mientras hablábamos de ello y nos servían unas coca-colas un niño ( no sabría deciros si tenía 3 o 4 años, pero por ahi estaba ) se puso a llorar a grito pelado, desconocemos la causa, pero en cuestión de segundos un hombre le pegó un grito mandándole callar, y sinceramente, nos dejó de piedra por las maneras, el grito que dió y las formas. (Alucino con la people, de verdad os lo digo)  Con el silencio que dejó aquella intervención ( al que la madre se debió quedar tan volada que no le contestó nada ) cambiamos de tema y nos pusimos a hablar de la vida misma, de cosas que nos inquietan y nuevos proyectos.
Volviendo luego en tren un graciosillo, tiró de la alarma del tren por lo que no arrancaba y el caos empezó a palparse en el ambiente cuando comenzó a oler «raro», por suerte o por desgracia ese olor ya me era familiar pues muchas tardes-noches volviendo de Elite tarde algún gracioso hacía lo mismo para poner un graffiti en la parte detrás del tren. Total que había gente que no se enteraba qué ocurría, otras por el olor, se bajaron despavoridas del tren (creo que el miedo está muy palpable allá donde vayas y más en Madrid, para qué negarlo) y cuál fue la sorpresa de todos los que estábamos allí metidos cuando se pusieron a lanzar piedras contra los cristales… acabamos bajando de ese tren y volviendo en taxi pues pintaba que ese parón iba a ir para largo y llevar desde las 6am sin parar hace que tu paciencia se agote si son ya las 22pm y sólo piensas en una buena ducha e irte a dormir.
Al final, me fui con Mr.A a tomar un vinito y tras 2 intentos de conocer 2 sitios nuevos donde parecía que no conocían el vino por la ausencia del mismo, acabmos en una terracita ideal donde también el tema de conversación era el que hay hoy en día en las noticias, prensa, radio…y no me parece mal ni mucho menos pues es un tema que debe preocuparnos, pero ya las opiniones autoritarias y el poner verde a los médicos que van a ayudar a África, enfermeros voluntarios, etc son cosas que a mi personalmente me ponen nerviosa, pero así somos los humanos, y así seremos.
Hoy sábado, me he levantado cansada pero el perro del vecino ha decidido que ya era hora de amanecer y ha servido de despertador gracias a sus aullidos, miro por la ventana y sólo llueve y llueve, me hago un café y no había puesto la cápsula (casi tomo agua sucia), menos mal que me he dado cuenta, he salido al jardin y las lobrices estan haciendo una fiesta por el suelo, mis cactus estan medio pochillos pues los dejé al aire libre y creo que se han ahogado un poquito, me he sentado con el café de verdad o el que básicamente patrocina a George Clooney y me he quedado mirando al limonero ( que no da ni medio limón ) y he pensado «no puede pegarme más esta taza de Mr.Wonderful».
No es que todo me la pele, si no que hay días donde las cosas no son tan perfectas como quieres que lo sean, que no te sale todo como habían planeado días anteriores, pero yo me inclino a pensar que aunque el día amanezca lluvioso y gris es un nuevo día.
Y como le digo a mis amigas cuando dicen que odian su día de cumpleaños «lo malo sería que no los cumplieses»
Asi que tras este parrafón de mis anécdotas sólo queda deciros que veais el lado bueno de las cosas, que siempre hay algo bonito en días grises y que sin lluvia no tendríamos agua, ni flores, ni campo ni na…
Feliz sábado, cuidaros mucho, y que seais muy pero que muy felices.
Pronto nuevos posts sobre más inquietudes que me surgen y mucho más.
Lo dicho ladies, a sonreir y ser felices
Y ya puestos os recomiendo un gran libro que creo que iría muy bien en los tiempos que corren, se llama Reilusionarse de Luis Galindo, es un chute total para vivir un poquito más ilusionados y creo que es algo muy necesarii.
unbaberoparamama.es

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