Antes de explotar, respira

«Antes de explotar, respira»

Creo que esta frase la he escuchado varias veces, pero siempre he sido bastante incapaz de conseguirlo. ¿Tan malo es explotar de vez en cuando? ¿De verdad? No digo que te vuelvas loca muy a menudo, por que el estrés, las prisas y los agobios es mejor manejarlos que si no… mal vamos. Pero, no es bueno que de vez en cuando, cuando crees que todo lo tienes bajo control; que ni el trabajo, el dormir poco, el hacer las rutinas domésticas (tan aburridas) todos los días, estudiar, hacer entregar, hacer exámenes online, entregar ejercicios en los que has tardado más de 1 semana por tu incomprensión al respecto…. y de repente, te ves que no llegas, por A o por Z, algo se te queda en el tintero y ves que todo el esfuerzo que has hecho hasta entonces, no sirve para nada, o por lo menos, por un instante ese sentimiento pasa por tu cabeza…. y de pronto, tu padre que jamás suele hacerte una pregunta tan profunda como «¿en realidad, cómo estas?» y ya está, las gotas salen por tus ojos como las cataratas del Niágara, intentas hablar pero apenas emites sonidos, pues todo lo que creías controlado, darling, no lo está.

vía IG Lucía Be

Se levantó del sofá de la terraza, y yo pensaba que le había agobiado con mis llantos absurdos (pues sí, a veces cuando estallas, comprendes lo irracional que has sido agobiándote tanto por algo tan tonto, que sí tiene solución, antes o después la tendrá), pero nada más lejos de la realidad. Giré la cabeza y ahí estaba con un kleenex y  una copita de vino.

Tras unos segundos para volver a tener algo de raciocinio, sentada en la terraza, con mi padre escuchándome y dándome palmaditas en el hombro y diciéndome que TODO, absolutamente TODO saldrá bien, yo confío en él, (como siempre lo hago), me tranquilizo y consigo respirar sin parecer un burro relinchando.

En dos segundos me hizo ver que soy humana, que a veces la vida hay que tomársela con más calma, aunque muchas veces se te olvide, que aunque no todo vaya como uno deseas, todo esfuerzo siempre siempre tiene su recompensa, aunque a veces no sea la esperada, o por lo que luchamos por ello, pero pasa el tiempo y te alegras del esfuerzo dado, porque sin esfuerzo no hay recompensa de eso estoy segura.

Así que tras un vino con mi padre en su terraza con cigarrillo de acompañamiento (si, lo se, tengo que dejarlo, piano piano) comprendí que el lema de Lucía Be «Calma nena» y debería apuntármelo bien grande en cada esquina de mi casa, donde tenga mil altavoces para escuchar sus playlists de Spotify para ponerlas a todo trapo, continuar abriendo instagram para ver las stories de las cracks de Streding, e indagar en las fotos de Mus Jávea y ver a mi gran amiga Paula con sus outfits de lo más molón y ya de paso, soñar que estoy allí con ella en una terracita con vistas al mar y que terminamos el día arrasando en su tienda preciosa…

Así que tras un día de mierder, os digo, que iré a por todas, que a veces cuesta, que no soy una superwoman y que a veces patino y le doy demasiada importancia a cosas que no la tienen, y mientras tanto reflexionemos, que la vida son dos días y a veces estresada te pierdes momentazos de la pera limonera que quizás no vuelvan a pasar, así que «Tranquilo Bobby tranquilo…»

unbaberoparamama.es

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