Llegamos a este mundo sin nada.
Nos iremos de él sin nada.
Sólo quedará el recuerdo de lo que fuiste para los demás.
Ríe, juega, llora, enseña,
aprende y sobre todo,
ámate a ti mismo y a los demás.
No hemos nacido para ser perfectos, nacimos para ser felices
y hacer felices a los demás.
La vida siempre te da la oportunidad de volver a empezar.
Sonríe, vívela al máximo y siempre busca tu felicidad y la de los que están a tu alrededor.
Y así, me levanté ayer, muy inspirada y con mis #reflexiones diarias, pero esta vez en lugar de guardármelas, las comparto…
Espero que os guste 😉
unbaberoparamama.es