A veces, no todo está bien.

Siempre nos forzamos en todo esté bien, mucho más que perfecto.

Sentirnos bien, estar bien con cualquier circunstancia, en cualquier lugar, sea el plan que sea…

Pero a veces la vida te para en seco y te dice “todo aquello precioso que sentías y tenías ha durado menos de lo que has creído”

A mi me ha pasado, y si te pasa, no te agobies de más.

Tómate tu tiempo, intenta buscar la felicidad en las pequeñas cosas y sobre todo, en el día a día.

Y de este modo, por lo menos es el único modo para mi, iras recomponiéndote y volviendo a ser tú de nuevo, de una forma distinta sí, porque sabes que nada volverá a ser como antes.

Y así, con el paso de los segundos, minutos, horas y días, todo habrá vuelto a su sitio y sabrás, lo comprendas o no, que todo aquello que vino y se fue tenía un sentido, una razón, que quizá nunca llegues a comprender, pero sabrás con certeza, cuando dejes de preguntarte el porqué, que estarás a punto de recomponerte de nuevo, y que así seguirás, con el rumbo de tu vida. Distinta, pero mucho más fuerte.

Date tiempo, a veces, estar mal, está bien. Saca toda tu pena y tu dolor, que te prometo que el tiempo todo lo curará y sanará.

Deja una respuesta