
Esos momentos, tan tuyos, tan nuestros.
Esos momentos donde las palabras no acompañan el sentimiento y el vocabulario no alcanza la expresión del sentimiento tan puro, tan limpio, tan delicado, tan tímido, tan valiente, tan intenso, tan inmenso…que mi corazón siente.
Como un conejo aterrado por la presencia del zorro, como un águila que sobre vuela los nidos de los pájaros, como un pez huyendo de las garras del oso…
Así estoy, así estamos… sólo quiero quitarme este peso, esta sensación, esta sensación de ahogo…
Me comentaron que debía agrandar mi paciencia, y darle mucho tiempo al tiempo. Pero no me avisaron que debía intensificar mi paciencia, y debía darle años infinitos a los segundos existentes.
Demasiado de todo, tan poco de nada.
Desorientada y confusa.
Lo único que es cierto es que jamás te olvidaré, aunque no te llegué a conocer.