A veces la vida te da un giro de 360 grados, y te sacude y te dice… ¡Calma nena! si, muy al estilo Lucía Be, que por cierto soy fan total de absolutamente todo lo que hace y ni que decir sobre sus post y vídeos.
Pues eso, hace poco algo así me pasó, ya fuere por los bichos que decidieron invadir mi cuerpo o porque llevaba una vida demasiado caótica y agitada (según los médicos eso no tuvo nada que ver, pero no siempre estoy de acuerdo con ellos).
Así que decidí volver a leer, retomar los múltiples libros que he ido dejando a medias, que no son pocos, e intentar avanzar entre siestorra y siestorra que me meto (leer siempre me ha dado mucho pero que mucho sueño, sin importar si el libro me engancha por completo) pero nada, no había manera de que leyese más de dos páginas de cada libro sin quedarme completamente frita, así que quizás era que los libros no terminaban de convencerme o que no es el momento de leerlos.
Indagando por instagram volví a cotillear a la gran Garance Doré que siempre me ha parecido una auténtica pionera en el #STREETSTYLE junto a Scott Schuman de The Sartorialist y fijate por donde, había publicado un libro, y yo sin tener ni papa.
En un par de clicks en la #app de Amazon y listo al día siguiente tenía el libro en casa, y oh mamma mia! qué libro tan genial! Qué gran acierto la frase de la portada «El único libro de estilo que necesitas»
Lo recomiendo al 100%, y lo dicho, en momentos donde te mandan reposo y coger fuerzas, nada mejor que hacerte con un libro que te emocione y te motive para coger fuerzas lo antes posible y volver a la rutina, eso sí, no volveré al gran estrés que normalmente suele acompañarme, porque la verdad, no merece la pena, y si…será un camino largo porque las personas que siempre hemos vivido estresadas necesitamos también un largo periodo de tiempo para ir poco a poco viviendo cada día sin dejar que el estrés se apodere de nosotras, pero sin duda alguna, merecerá la pena, porque al final, si dentro de x tiempo eso tan estresante no tiene importancia alguna es que realmente no lo es y no merecerá la pena sufrir tanto, ni estresarse tanto por ello.
Y como siempre me dijo una gran persona que me conoce muy bien, mi mami, «Hay que ocuparse, no preocuparse»