Historias de gimnasio…si señores ahora voy al gym!


La verdad que apuntarse al gimnasio es un paso, pero lo más importante es ir, porque conozco de muy buena tinta que no todo el mundo que se apunta va, cosa que no logro comprender, salvo una simple explicación “ se lo pagan los padres” o “es completamente un derrochador”. 
La cosa es que Mr.Arthur me ha invitado al gimnasio para asi poder ir con él a spinning,la primera prueba la pasamos el miércoles, y la cosa no fue mal. El gran desafío ha sido hoy:
Con alguna que otra vuelta por la zona del Gym (no he caído que a esas horas y al estar en una zona de oficinas habría más coches que por las noches, pero como soy precavida he salido antes de tiempo y he llegado perfectamente) He pasado mi tarjetita, me he apuntado en el papelito a la clase (suele haber overbooking, si señores, muuucha gente va al gym por las mañana y muchas más por las noches) y me he puesto a calentar en una bici mientras comentaba con mis amigas la jugada y el gran desafío “chicas esta vez voy sola a clase, no va a estar Mr. Arthur para comprobar si voy bien cada poco tiempo o si tiene que recogerme de un desmayo” por lo que, jugándome un poquito me he tirado a la piscina y me he metido solita en clase. Me he puesto en última fila con la mala suerte de ponerme pegada al altavoz, aunque luego ha resultado que te da más subidón del que creía y te olvidas de la sordera que podría ocasionarte.
Observando a la gente que junto al ritmo de la música daba pedaladas he llegado ala conclusión de que puede dividirse en 4 categorías la gente que acude a las clases de Spinning:

  1. Los OBLIGADOS: aquellos que se ponen en primerísima fila y lo dan todo, tanto que incluso al pobre profe le exigen mucha más caña y que vaya más fuerte.Se les identifica por parecerse a uno de los muchos espartanos mazados de la peli 300, y por estar rodeados de un círculo de su propio sudor. La Indumentaria: muy profesional, se ve que pasan muchas horas en el gym, y van perfectamente vestidos para hacer pesas que no spinning.
  2. Los  PROFESIONALES: aquellos que se ponen en primeras filas, perfectamtne vestidos de bici y con el calzado perfecto para enganchar bien sus pies a los tacos de los pedales. Parece que a ellos no les cuesta poner el peso a tope, y sudan si, pero no van como auténticos tomates.
  3.  Los QUE LO SUFREN: (en este grupo me identifico yo aunque estoy entre est ey el que lo intentan), gente que se ve que ha hecho deporte pero que es bastante inexperta en este campo.Se suelen esparcir por las filas de detrás y van más axfisiados que los profesioanles pero menos que la categoría que va por debajo. Salen de la clase con cara como tomates y sudando como un pollo, pero saben que volverán y que volverán a ponerse en la zona de detrás ya que dudan que sean profesionales y asi les va muy bien.
  4. Los QUE LO INTENTAN: aquellas personas que se meten en clase con pantalones bien gordos de algodón e incluso camisetas de manga larga, y no creo que lo hagan para sudar más, ya que antes de comenzar las clases visualizan a su alrededor y se preguntan porque hasta la gran mayoría de los hombres van con camisetas sin mangas, y aún así lo dan todo, siguen peor el ritmo porque no saben cuando hay que subir y cuando bajar,y llega un punto en el que se quedan sentados hasta el final de la clase. Sus caras al rojo vivo acompañadas de un cuerpo tambaleante en dirección  a los vestuarios.

Y bien, vosotras en qué categoría estáis?
Qué tengáis un feliz fin de semana, qué lo paséis bomba y qué no os congeléis mucho por el frío que amenaza!
unbaberoparamama.es

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