Querida Vogue, te escribo esta carta.

Madrid, 7 abril
(día X del confinamiento)
Querida Vogue,
  Te escribo esta carta a ti y a todos sus trabajadores, déjame que te explique…
  Son las 05:45 am de otro día más del confinamiento, ya he perdido la cuenta y total, no creo que ese número varíe mucho en mi día a día.

  Me he despertado de un salto gracias a la patada que me ha dado mi hija en la cara, como si de una contorsionista se tratase, y sólo tiene 3 años. Últimamente tiene mucho miedo, jamás lo ha tenido, y cuido muy mucho que jamás vea las noticias conmigo, no quiero que escuche el horror que está viviendo lamentablemente, nuestro mundo. Pero no es la única que duerme mal y tiene miedo en casa…
  Anoche dejé de mirar el reloj a eso de las 2:20 am, no podía dormir, estaba exhausta, agotada, me mantengo muy ocupada en el día a día (limpio a conciencia, juego con mi hija, me invento juegos, bailo, hago ejercicio, leo menos de lo que me gustaría…) pero no podía dormirme… reventada y sin poder cerrar los ojos. Estaba intranquila, llevo así unas semanas, y es que no es para menos, todo esto es un horror, y no, no me refiero a estar confinados en nuestras casas, si no a la cantidad de gente que se esta marchando por un virus puñetero, que ha venido a nuestras vidas, sin avisar, para cambiarlas por completo.
  


  Sigo aquí, con el portátil, en la cocina con Bali, mi perro salchicha, que llegó a mi vida en las navidades del 2016, suerte la mía. Él está repanchingado en su camita y yo estoy aquí, sentada con mi café, (que supongo que se habrá quedado helado), porque me tenéis completamente enganchada a todos y cada uno de los artículos que publicáis.
  Así que, ¿cómo no me va a gustar madrugar (sin ponerme alarma, esto es fundamental) para tener un rato para leer todo lo que muestras en tu versión digital? Cierto es, y mentiría si dijese lo contrario, que a mi tu versión en papel me priva (y eso que he trabajado en el mundo digital toda mi vida), pero la sensación que tengo cada vez que te compro y estás perfectamente perfecta, eso querida…es innegable.
  
  Quería agradecerte por enseñarme sobre moda, belleza, cocina, tendencias… artículos que te llegan al alma, como la carta de Ana Morales a sus hijas, la cual, por cierto, me a hecho llorar, llorar de felicidad, me he sentido totalmente identificada y me ha emocionado, y me gusta emocionarme, lo reconozco, soy de las de lágrima fácil, y esto antes me daba vergüenza pero esa etapa ya pasó, me siento muy orgullosa de ella, así que por si no lo sabías te lo digo, me emocionas.
  
  Me emocionas cada día, en cada publicación nueva en Instagram, en tus nuevas newsletter que guardo como oro en paño como si de reliquias se tratase, por que lo son, la menos para mi.
  
  Gracias por darme qué leer a diario y más ahora que se que estás triste, tus tiradas nacionales a los quioscos y domicilios se han parado, pero estate tranquila, volverá, todo volverá, y te cogeremos con más ganas que nunca.
  De corazón, gracias, a ti a todo tu equipo.
Tu fiel y siempre lectora,
@martalopezbravo
unbaberoparamama.es

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